La polémica no finaliza entre Dany Aránguiz y el Mago Valdivia
De un tiempo a esta parte, el nombre de y Jorge Valdivia no puede correrse del reflector y la pareja de mediáticos continúa en el centro del huracán y, a estas alturas, las idas y vueltas parecen no tener fin.
A su vez, la nueva labor de la ex Mekano como panelista le da la licencia para poder hacer su trabajo, incluso sobre su propia vida personal. De esta manera, siempre tiene micrófono para opinar, responder e indagar lo que le surja, con tal de no quedarse callada.
Así, Daniela Aránguiz aprovechó en su programa Zona de Estrellas para hablar de su actualidad y, de paso, le contestó a Maite Pascal, madre de Maite Orsini quien contó situaciones de desprecio vividas por su hija y su nueva relación. «Debería pensar muy bien las cosas antes de hablar».
La respuesta punzante de Daniela Aránguiz a la suegra del Mago
Luego de que Maite Pascal comentara una escena que protagonizó la diputada, Daniela Aránguiz le pidió que pensara lo que dijo y siguió: «Antes de haber aceptado a Jorge en su casa, de haberlo llevado para el cumpleaños de la Maite y haber compartido con él, sabiendo que era un hombre casado».
En ese sentido, la bailarina apuntó contra la suegra del comentarista en lugar de solucionarlo puertas adentro, dado que además están los hijos de por medio y no sería lo ideal sacar los trapitos al sol frente a una cámara de televisión.
A todo esto, el Mago Valdivia se mantiene lejos de hacer algún tipo de declaración sobre el conflicto que desató cuando confirmó su romance con Maite Orsini, que llevó a Daniela Aránguiz a declararle la guerra públicamente a quien fuera el amor de su vida.
El último mensaje de Daniela Aránguiz a Maite Pascal
Si bien reveló no tener ninguna intención de querer algo con Jorge Valdivia, Daniela Aránguiz no puede dar vuelta la página y pasar a otra cosa. Desde su intervención como panelista, fue más allá y le respondió a la madre de Maite Orsini.
«Hay cosas que son indefendibles y es mejor quedarse callada», fue la lapidaria frase con la que le puso punto final a las quejas de Maite Pascal, por las repercusiones y los cambios que trajo a su vida la nueva relación de su hija, de la que prefiere no opinar, porque en definitiva «es cosa de ella».