Morata celebra uno de sus goles ante el GironaEFE
Álvaro Morata firmó ante el Girona una actuación redonda. Su primer hat trick como rojiblanco para elevar a 17 sus dianas este curso, superando ya las 15 con las que despachó el pasado ejercicio y las 16 que suponían su récord como jugador del Atlético.
Sus goles, además, estuvieron repletos de plasticidad y calidad en la definición. Por si fuera poco le anularon otro tanto y tuvo dos ocasiones más que no fue capaz de embocar, una parada por el portero y otra un zurdazo que se marchó alto.
Así, en plan numérico, se resume la que quizá es la mejor actuación del 19 en el Atlético, conjunto en el que ya supera a Griezmann como máximo goleador del curso. Aunque lo que debería ser alegría por su encuentro redondo se topó con el resultado final y con que los del Metropolitano se marcharan sin sumar un punto.
Precedentes hace un cuarto de siglo
Marcar tres o más goles y que el Atlético se vaya de vacío no es, en todo caso, nuevo. Los más mayores recordarán dos actuaciones portentosas que acabaron sin puntos para los rojiblancos pese a la exuberancia de las actuaciones individuales de dos jugadores de leyenda: Pantic y Vieri.
Empecemos por Milinko, jugador clave en el Doblete de 1996 y autor de cuatro dianas en una visita al Barcelona. Un poker histórico que se tradujo en una derrota 5-4 ante un conjunto que contaba en sus filas con el insaciable Ronaldo Nazario, el mismo que ajustició a la mayoría de sus rivales en su única temporada en el Camp Nou.
Meses después otro delantero, en este caso Vieri, vivió el mismo escenario y resultado aunque en su caso en El Helmántico. Sus cuatro goles al Salamanca no impidieron que los locales ganaran por primera vez a los rojiblancos en una cita en la que el peculiar delantero italiano ‘decidió’ que su etapa en el Calderón tocaba a su fin al ver que el nivel general del equipo no se correspondía con sus portentosas cifras goleadoras.
Dos encuentros que pasaron a la historia del Atlético como lo hará el 4-3 en Girona, el día que Morata demostró que está entre los mejores delanteros de Europa pero que ni eso sirvió para sumar al menos un punto ante un Girona que rentabilizó mejor sus ocasiones (los locales lanzaron nueve disparos a puerta por 12 del Atlético).
