Robert Lewandowski y Joao Félix.FRANCESC ADELANTADO
La gran novedad en la alineación en el partido de este jueves en Las Palmas fue la decisión de Xavi de dejar en el banquillo a Joao Félix. Fue una sorpresa relativa porque en el último partido del pasado añofrente al Almería, el técnico ya le sentó en el descanso después de una primera parte muy floja, tanto por parte del equipo como del portugués. Frente a los canarios, el delantero se quedó en el banquillo y salió en la segunda parte. Todo un aviso para el portugués.
No fue el único. En la segunda parte,el entrenador decidió sentar a Lewandowski, algo muy inusual aunque no es la primera vez que lo había hecho. El polaco está en una mala racha goleadora. Lleva un único tanto en los ocho últimos partidos que ha disputado con el equipo azulgrana. Un bagaje muy pobre para los registros a los que Lewandowski nos tiene acostumbrados. Xavi le sentó para dar entrada Lamine Yamal y Joao Félix.
Recompensar buenos partidos
El entrenador tiene claro queva a tirar de meritocracia a partir de ahora sentando al que no esté bien, se llame como se llame. Una buena medida para tener enchufados a todos sus hombres. En Gran Canaria puso a Ferran, que venía apretando fuerte, en el once inicial y el valenciano correspondió al gesto marcando el importante gol del empate. También dio continuidad a Sergi Roberto que había marcado dos goles contra el Almería y este vez dio precisamente la asistencia a Ferran.
Gran competitividad
La competitividad va a ser enorme en la delantera. Con lo que hay y con la llegada deVitor Roque. Los minutos se repartirán y el técnico no tiene la intención de casarse con nadie. Raphinha se mantiene en el once por la intensidad que pone en el juego. Es cierto que no está muy acertado en las acciones ofensivas, pero no para de correr a lo largo del partido.
Máxima intensidad
La presión es clave y el que no presione tendrá difícil jugar. En eso el brasileño no es sospechoso, mientras que es evidente que jugadores como Lewandowski y Joao Félix no presionan tanto como sus compañeros. Si el Barcelona quiere competir por los títulos la presión tras pérdida es innegociable. Y eso, en algunos partidos no ha sucedido.
