Este 3 y 4 de febrero, a partir de las 18.00, Chile se juega su chance de volver a las Finales de Copa Davis, instancia en las que participó en 2019 y 2023 y que reúne a las 16 mejores selecciones del planeta. Para aquello deberá derrotar a Perú en una serie históricamente favorable para el país, pero que en esta ocasión tendrá un factor diferenciador: se jugará en cancha dura.
La decisión generó sorpresa entre el público, pero fue fríamente pensada por el equipo chileno con Nicolás Massú como promotor principal. Los cuatro principales jugadores nacionales que estarán en el Estadio Nacional este fin de semana -Nicolás Jarry (20º), Alejandro Tabilo (54º), Christian Garin (89º), Tomás Barrios (107º)- realizaron sus pretemporadas en canchas duras y viajaron a Oceanía para jugar los torneos de comienzo de año. En Perú en cambio, sólo su número uno, Juan Pablo Varillas, dijo presente en Australia.
Las horas de juego en cemento ilusionan al capitán nacional, quien por lo mismo eligió a los dos jugadores con mejor rendimiento en canchas duras para abrir la serie. Los encargados de jugar los singles ante Perú serán Nicolás Jarry y Alejandro Tabilo.
En el caso del primero, la designación no estaba en discusión, ya que su sitial entre los mejores del planeta lo pone un paso por delante de sus compañeros. La nominación del nacido en Toronto en cambio sí sorprendió. No por nivel, ya que viene de ser campeón del ATP de Auckland y es 54 del mundo, sino porque dejará sin jugar a Christian Garin, tenista emblema de la era Massú y que tampoco será parte del dobles. Al igual que con Canadá en septiembre del 2022, verá los partidos desde el banco.
En cemento, 13 años después
La historia de Chile y las canchas duras está lejos de ser extensa, de hecho, solo en tres oportunidades el país ha disputado series de Copa Davis como local en una superficie distinta a la arcilla desde que se tienen registros oficiales (1981). La última de ellas en 2011, cuando el conjunto nacional, con Massú y González como jugadores todavía, enfrentó a Italia. Ahí también se jugó en el Court Central y sobre cemento.
Para ir a la anterior oportunidad en que Chile hizo de local en canchas duras hay que remontarse al año 2000, en la histórica “serie de los sillazos”. El rival fue Argentina y el lugar el Movistar Arena (en ese entonces Arena Santiago), en un hecho inédito para el tenis nacional, donde parte del público lanzó diversos proyectiles a la cancha en el segundo punto de la primera jornada. Los hechos provocaron que los transandinos se retirarán del estadio y fueran descalificados. Chile por su parte sufrió un castigo de dos años sin poder ser local en Copa Davis y no se le permitió disputar el repechaje al Grupo Mundial ante Marruecos.
Finalmente, la otra serie disputada en Chile fuera de la arcilla se produjo en 1998, una llave que es recordada como el debut de la dupla González-Massú en el dobles. Además, la apuesta por jugar ante Colombia en el Gimnasio Olímpico de San Miguel marcaría el primer enfrentamiento por la ensaladera de plata disputado en un estadio techado para el país. Después vendría la ya mencionada serie ante Argentina en el Movistar Arena y la visita del equipo nacional al Coliseo La Tortuga de Talcahuano en 2015.
La racha del Vampiro en casa
La de este fin de semana será la 24ª serie de Nicolás Massú como capitán de Chile. La décima de local. Ese último dato puede ser clave, porque el olímpico sigue invicto en suelo nacional tras diez años al mando del equipo de Copa Davis. De hecho, esa década como líder se cumplió justo ayer.
El desglose de esas 10 victorias como local dejan a Paraguay, Perú, México, Venezuela, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Eslovenia y Kazajistán como víctimas. En el caso de los peruanos la estadística también arroja una gran chance para este fin de semana: De ganar, será el primer país al que Massú supera en tres series distintas como capitán. Antes ya lo había logrado en 2015 (Santiago) y en 2022 (Lima). Asimismo, los de Luis Horna buscarán derrotar a Chile por primera vez en 30 años.
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