El piloto mexicano volvió a quedar en el ojo de la tormenta.
La Fórmula 1 tiene una novela que suma capítulos todas las semanas, carrera tras carrera, y es la rivalidad entre y Max Verstappen. Pero esta vez, los problemas en el deporte escalaron hasta las escuderías.
Mercedes Benz se quejó por el porpoising y la FIA aseguró que podía llegar a cambiar el reglamento en plena temporada. Algo que efectivamente hizo en cuestión de días y en la escudería austríaca comenzaron a sospechar.
Christian Horner, jefe de mecánicos de Red Bull Racing, aseguró que sospechan un arreglo entre la FIA y Mercedes, pero Checo Pérez los defendió. La postura del piloto mexicano sorprendió a su propio equipo.
«Creo que lo que fue particularmente decepcionante fue el segundo soporte que colocaron. Tiene que ser discutido en un foro técnico, y que es abiertamente el sesgo a la clasificación de los problemas de un equipo», expresó Horner sobre el pedido del rival.
Hace días, Pérez había mencionado que le parecía conveniente una intervención de la Federación Internacional del Automóvil para mejorar el problema del porpoising. Pero lo llamativo es que en Red Bull no tienen dicho problema, la única escudería afectada es Mercedes Benz.
¿Peligra la participación de Checo en Inglaterra?
Checo Pérez dejó atrás un duro fin de semana en Canadá, donde no pudo terminar la carrera y abandonó debido a un choque. En Red Bull Racing pusieron paños fríos a la situación y animan al mexicano para que pueda dar su mejor rendimiento en el GP de Inglaterra.
Sin embargo, Checo habría acusado un fuerte dolor en el cuello que lo podría marginar de Silverstone. «Me estoy recuperando de esta contractura que tuve fuerte en el cuello. No hago ejercicios ahora, estoy en terapia para recuperarlo lo más pronto posible», expresó.