El neerlandés pagó las consecuencias de su accionar contra el mexicano
Desde el domingo pasado que Max Verstappen se encuentra en el ojo de la tormenta y ya son varios los reclamos que recibió. Una situación inesperada que vivió el neerlandés y es que hasta sus propios fanáticos le hicieron diferentes recriminaciones por su actitud en Brasil.
Más allá que el enojo principal lo sigue manteniendo Checo Pérez, quien tomó su polémico gesto como una clara traición, no es el único que se encuentra así. Diferentes encargados de Red Bull sienten que Max Verstappen los pasó por arriba en cuanto a la toma de decisiones.
Lo que terminó ocurriendo en la pista fue muy a contramano de lo que se había estipulado con antelación. Como Max Verstappen decidió en base a su ambición personal, desde la escudería no dejaron pasar este desacato hacia y Christian Horner fue el encargado de castigarlo.
Aunque no habrá consecuencias directas que se apliquen sobre su persona o en la competición, sí ocurrió algo inédito e inaudito. Al finalizar la carrera y luego de los polémicos dichos que tuvo Checo Pérez, Christian Horner arrinconó a Max Verstappen en una reunión privada y se notó cómo empezó a recriminarle su accionar; cuando la situación parecía pasar a mayores, rápidamente comenzaron a tapar las cámaras y todo siguió puertas adentro.
En una postura de mucho enojo, el jefe de Red Bull lanzó todo su descargo contra Verstappen. Entendiendo que había perjudicado al equipo, más allá de la figura de Checo Pérez, el neerlandés se quedó pasmado escuchando las fuertes recriminaciones en su contra.
Una vez concluido dicho castigo, el acuerdo que habrían cerrado es que Max Verstappen deberá colaborar con Checo Pérez en Abu Dhabi. En caso de ocurrir algo similar a lo que pasó en Brasil, las consecuencias podrían ser aún mucho más negativas.
El único que defendió a Checo Pérez
En medio de la situación que se vivió, desde Red Bull no hubo muchas personas que salgan a respaldar a Checo Pérez. Incluso, Helmut Marko se mostró en un claro desacuerdo con el mexicano y estuvo del lado de Max Verstappen.
A diferencia del asesor de la escudería, Christian Horner se mostró verdaderamente consternado por lo ocurrido y sostuvo que Checo Pérez tenía razón en sus declaraciones.
