El ex futbolista no la pasa nada bien
decidió romper su matrimonio con luego de que apareciera en su vida Clara Chía Martí y así nada volvió a ser lo mismo. No solo por la traición, sino también porque el vínculo está completamente roto en la actualidad pese a compartir a sus dos hijos.
Desde entonces, la artista colombiana se fue a vivir a Miami, junto a sus pequeños Sasha y Milan, mientras que el catalán pasa sus días en Barcelona, acompañado por su nuevo amor. Si bien todo parece que marcha bien en la nueva relación, al parecer no todo lo que brilla es oro.
Según revelaron medios internacionales que siguen de cerca los pasos de la ex pareja de Shakira, habría un problema que tiene al empresario entre la espada y la pared. Al parecer, sus suegros no lo aceptan y no estarían muy feliz de la relación que mantiene con su hija.
Gerard Piqué enfrenta la mala relación con sus suegros
A más de un año de haber hecho pública su relación con Clara Chía, Gerard Piqué vería con buenos ojos formalizar aún más el vínculo con su nueva pareja, pero habría algunas piedras en el camino que no le permite que las cosas sean más fáciles y, esta vez, no se trata de Shakira.
Según reveló el paparazzi Jordi Martin, quien sigue los pasos de la pareja hace tiempo, aseguró que la vida de quien fuera el amor de Shakira, no es “un cuento de hadas” y tiene motivos. “La familia de Clara Chía no quiere a Piqué, los papás no lo quieren”. Además, agregó un dato clave: “Piqué no puede pisar la casa de los padres de Clara Chía”.
Los detalles de la relación de Piqué con la familia de su pareja
Mientras Shakira se mantiene al margen de los sucesos amorosos de su ex marido hasta que escriba una nueva canción, Gerard Piqué no la pasa nada bien frente a la familia de Clara Chía Martí. Se sabe además, que la joven estaría ofendida con los suyos por el trato que le dan a su novio, a quien le habrían dicho en la cara “no te queremos”.
Agregaron que cuando el ex Barcelona no está en el país por sus negocios, su joven pareja no duerme en la casa de sus padres, justamente por estar ofendida, por lo que vive cada vez que su novio está en alguna reunión familiar.
